Clara Shumann: pianista, compositora, manager y madre de 8 hijos.
En 1837, Clara Schumann ya era una verdadera estrella, incluso actuó en Viena para el emperador, y él la llamó Wundermdchen (niña maravilla).
En esa misma época surge el amor entre ella y Robert. Desafortunadamente, el padre de Clara pensó que Bobby no tenía remedio, por lo que la llevó de gira a Dresde para separarlos. Sin embargo, Clara, cuyo estilo de tocar era muy diferente del “tranquilo rasgueo de fondo” característico de las pianistas de esa época, se rebeló y se negó a dejar a Robert.
En 1839, después de dos años de encuentros secretos, decidieron casarse. El padre de Clara se negó a dar su consentimiento y se vio obligado a ceder solo después de un juicio con Robert, que se prolongó durante todo un año, pero incluso después de eso, se negó a entregarles el dote monetario que Clara había ganado trabajando con honestidad en los conciertos. Sin embargo, esta enemistad también dio un buen resultado: Clara restableció las relaciones con su madre, de quien había sido separada hacía mucho tiempo.
Los Schumann tuvieron ocho hijos, y a pesar de todo el trabajo que eso conllevaba , Clara publicitaba las obras de su marido, preparaba todas sus giras, componía su propia música , promocionaba las obras de Robert y enseñaba, especialmente después de que la salud mental y la capacidad laboral de Robert se vieron muy afectadas.
En 1853, los Schumann se hicieron amigos y devotos seguidores del joven Johannes Brahms; esta relación eventualmente llevó a una relación de mucha confianza entre Clara y Johannes, aunque, según los historiadores, fue solo amistad y no llegó a nada mas físico. Sin embargo, en 1854, Robert intentó suicidarse y luego el mismo se entregó a un manicomio porque tenía miedo de dañar a su esposa y a sus hijos a quienes amaba con toda su alma. A Clara no se le permitió verlo casi hasta su muerte en 1856. Durante este tiempo, Clara contó con el apoyo de amigos cercanos, incluidos los músicos Jenny Lind, Josef Joachim y Felix Mendelssohn. Brahms la ayudó en los quehaceres domésticos , pero después de la muerte de Robert dejaron de verse.
Clara se convierte en una viuda de 37 años con siete hijos. Para poder criar a sus hijos, la “𝘳𝘦𝘪𝘯𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝑝𝘪𝘢𝘯𝘰” contrató niñeras y comenzó a viajar nuevamente durante los siguientes cuarenta años.
En el papeleo y logística , era una verdadera furia, siguiendo cuidadosamente todos sus contratos y documentos de gira. Hizo frente a la inestabilidad financiera e hizo todo lo posible para convertirse en el verdadero sostén de la familia. En 1878 comenzó a enseñar en el Conservatorio Hoch de Frankfurt y trabajó allí como jefa de catedra de piano hasta su muerte por un derrame cerebral en 1896.
Clara no solo fue una de las super estrellas de la escena musical del siglo XIX, sino que también compuso muchas obras famosas, por ejemplo, “Cuatro polonesas para piano” (1831), “Piano Trio in G Minor Op. 17″ (1846) y la obra de cámara “Tres romances para piano” (1855). Pero su vida no le daba tregua para convertirse en compositora al 100%.
Quizá no haya una frase más expresiva y amplia que describa lo que entonces se esperaba de las mujeres y cómo se las apoyaba que su muy triste declaración: “..𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝑝𝘢𝘴𝘦 𝘭𝘢 𝘢𝘭𝘦𝘨𝘳í𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘳𝘦𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘵𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝑝𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘵𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝑝𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴. 𝘜𝘯𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘤𝘳𝘦í 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯í𝘢 𝘵𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘢𝘵𝘪𝘷𝘰, 𝑝𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘣𝘢𝘯𝘥𝘰𝘯𝘦́ 𝘦𝘴𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘢; 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘶𝘫𝘦𝘳 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘮𝑝𝘰𝘯𝘦𝘳, 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘩𝘢́𝘣𝘪𝘭 𝑝𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘰 ¿𝑝𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘪𝘣𝘢 𝘺𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝑝𝘦𝘳𝘢𝘳 𝑝𝘰𝘥𝘦𝘳 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘭𝘰?”
Clara se vio obligada a convertirse en una mujer de negocios inteligente, combinándolo con las tareas del hogar, mientras trabajaba con éxito en una industria tradicionalmente masculina. Y en su caso, era financieramente responsable de ella y de los niños.